El día de hoy traía demasiadas cosas para la huerta: mil botellas nuevas de vidrio, dos tarros grandes de materia orgánica, más otro saco grande hasta la mitad, vetiver (que en realidad lo traje el martes) y un techo (reciclado) ya listo para instalar. Empecé por agregar la materia orgánica a las composteras, después de haberla picado un poco.
Después me puse a clavar botellas, pero el suelo estaba raro, como fibroso, no lograba meterlas bien y no encontré mi martillo especial (un adoquín perdido). Además vi que las acelgas, que normalmente estaban reviviendo, fueron atacadas por las hormigas. La acelga del otro lado estaba medio muerta. Y por cierto, encontramos evidencia de que se metió un caballo; por dicha mis matas no le fueron apetecibles ;) ... Pero entonces ya vi que él es el culpable de los daños misteriosos que había estado notando últimamente.
La albahacas parecen ir bien, la sávila no tanto :S y sembré el vetiver cerca de las composteras, para que pegue y en la próxima luna lo divido. Se me olvidaba; la tercera compostera va de lo más bien, pensé que iba a estar seca, pero mantuvo la humedad, sólo le agregué un poco más de materia verde para ayudarle con el proceso :)
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